-¿Considera a SoloSurf un modelo de fomento del deporte inclusivo?
-Es un gran modelo, por los beneficios obvio y, en mi
opinión como maestro, es tremendamente válido porque sobre todo se trata de una
actividad en todo momento guiada, tutelada y vigilada de cerca a nivel de cada
persona.
-Por su experiencia, ¿crees que la combinación ocio-medio
acuático-inclusión, con el surf como actividad protagonista y en una ciudad con
los condicionantes que reúne Cádiz, es una experiencia con futuro?
-Absolutamente. De base ya la actividad acuática es,
pedagógicamente hablando, una de las mejores a todos los niveles. El alumnado
aquí tiene que desarrollar varias facetas, no sólo en lo deportivo, sino
también en lo personal. El agua es un medio hostil, ysobre todo el mar, del que
se aprende mucho, pero es muy deseable que dicho aprendizaje sea guiado.
-Usted ha formado parte del equipo humano de SoloSurf. ¿Qué
valoración hace del mismo?
-Tanto de la parte directiva como de los monitores y
responsables, envidio la preparación que tienen. No es nada fácil tratar
adecuadamente al colectivo con el que aquí trabajamos, y la preparación
práctica y disposición del que se rodea el voluntario o voluntaria es realmente
destacable.
-Y acerca del modelo de trabajo y de los métodos que se
aplican, ¿qué opina?
-Es un modelo de trabajo siempre complicado; como se puede imaginar una persona voluntaria puede o no puede hacerlo bien. No es como ser
profesional. Teniendo esto en cuenta,
creo que se parte de una metodología muy buena para poder trabajar. Hay
que recordar que el trabajo con discapacidad, sobre todo con personas con Trastorno del Espectro Autista, requiere
ciertas pautas para que sea efectivo, las cuales no se consiguen fácilmente con
personas que vienen de vez en cuando a echar una mano. Y SoloSurf gestiona
estas carencias muy bien.
-Por supuesto, y en todos los sentidos. Dichos beneficios
quizás podría puntualizarlos mejor un experto. Pero es indudable que son
beneficios. No hay que olvidar incluir también a las familias como beneficiarios; ellas
tienen el mayor de los méritos al confiar en un programa acuático y que además acaba su desarrollo en el mar practicando un deporte ya de por sí con cierto riesgo como es el surf.
-¿Ha tenido trato con familias de los usuarios? ¿Qué opiniones
te han llegado de ellas acerca de SoloSurf?
-De mi contacto con las familias puedo decir que todas confían plenamente en lo que yo hago o les digo. Puedo asegurar que ni siquiera en
un entorno como el escolar ocurre esto. Así que podemos pensar que tienen en alta estima a la
organización.
-Por su experiencia, ¿cree que la actividad que
desarrolla SoloSurf tiene una componente de terapia acuática para los usuarios?
-Creo que es obvio. En la práctica, cualquiera que sepa un
poquito de esto sabe que lo último que hace este tipo de personas es deporte. Lo
primero, actividad terapéutica y tremenda. Por ejemplo, despues de estar dos años fuera de SoloSurf, cuando yo pude comprobar, este diciembre pasado, cómo habían evolucionado los
niños con los que yo había trabajado desde 2014, me
encantó. Eso hay que verlo.
-¿Considera que la ciudadanía en general conoce SoloSurf y el
trabajo que desarrolla?
-Creo que, desafortunadamente y a nivel general, no
se conoce a la mayoría de organizaciones de esta índole, incluida Solosurf.
-Por último, ¿calificaría la experiencia en SoloSurf como "interesante" para vivirla desde el voluntariado?
-Definitivamente; a todas las edades y para todas las
ocupaciones. Los estudiantes encuentran aquí una experiencia que luego les va a
servir enormemente en sus futuras ocupaciones. Y para todos, la gratificación
que da el trato con personas discapacitadas es aquí, si cabe, mayor, ya que a ello se une el trabajo en medio
acuático.
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