¿Qué es SoloSurf?

SoloSurf es una asociación radicada en Cádiz desde hace más de diez años, referenciada cronológicamente como la primera asociación de surf terapéutico en toda Europa y la segunda experiencia a nivel mundial, y dedicada a actividades acuáticas de ocio y terapia mediante el aprendizaje del surf para personas con diversidad funcional. En la actualidad, ofrece un servicio continuado durante todo el año a más de un centenar de familias principalmente de las provincias de Cádiz y Sevilla. La fórmula de trabajo que se aplica en SoloSurf ha servido de referencia e inspiración a otros profesionales y asociaciones de ámbitos nacional e internacional.

lunes, 11 de julio de 2022

"Cualquiera puede tener muchos medios materiales, los más modernos, la teoría más completa...; pero lo que educa es qué le dices al niño cuando le miras a los ojos"

David Jurado Fernández ha venido trabajando desde hace bastantes años en una línea de pensamiento vinculada al desarrollo personal, con teorías propias fundamentadas en su propia experiencia, fruto del contacto con culturas de todo el mundo y encaminadas a un desarrollo de las capacidades personales con la idea de la felicidad de fondo y, podría decirse incluso, como objetivo. Su vínculo con la SoloSurf también viene de lejos a través de sus colaboraciones en diferentes frentes. Su última aportación para con la asociación gaditana fue su participación como conferenciante y ponente en distintas mesas redondas en el seno de las Jornadas de Experiencias Compartidas celebradas entre marzo y abril pasados. Hoy vuelve a hacerlo; esta vez mediante solosurfnoticias.blogspot.com, que hace hueco en sus contenidos para recoger un artículo suyo donde expone las líneas básicas y fundamentales de su filosofía: Perfeccionamiento Global.


Perfeccionamiento Global

Perfeccionamiento Global (PG) es un sistema para el desarrollo y enfoque de las capacidades físicas, mentales y espirituales que, como su propio nombre indica, trabaja de una manera globalizada, sabiendo que todos los factores que definen al ser humano se interrelacionan permanentemente y en todas direcciones…; diría más, no es que se interrelacionen, es que podríamos decir que no hay factores ni partes, solo existe “el uno”. Pero es obvio que a la hora de buscar una solución o una evolución haremos referencias a unas capacidades u otras y según sean estas, utilizaremos un “lenguaje” u otro.

A partir de esta filosofía, basada en mis estudios de Educación Física, Psicología, Nutrición y mi investigación permanente, y con más de dos décadas de continuidad, de las bases universales de las técnicas y métodos de autocontrol de las culturas más antiguas del planeta, desarrollamos un trabajo principalmente enfocado en la educación y el alto rendimiento deportivo. Esto nos hizo descubrir en su día que los niños con problemas de conducta tenían, en la mayoría de los casos, grandes capacidades; y la esencia de su comportamiento es que no existía nada ni nadie, dentro del sistema educativo y social, que les ayudara a manejarlas; bien al contrario, se han creado toda una serie de falsos trastornos o falsos diagnósticos en los que se les suele clasificar (TDAH, Asperger, Trastorno de Conducta Desafiante...), haciéndoles creer que tienen defectos cuando en realidad tienen más virtudes que la mayoría de la población, condenándoles a ellos y a sus familias a una vida de frustraciones y error de identidad y orientación de Vida.

En PG ofrecemos a estos niños y a sus familias actividades y orientación personal para que potencien esas grandes capacidades a través de grandes retos y las enfoquen hacia su felicidad (que es la esencia del camino de cualquier ser humano y, por tanto, debería serlo, como lo es en nuestro sistema, de la educación).

Desde un punto de vista más práctico, PG se manifiesta a través de una asociación sin ánimo de lucro con diferentes actividades entre las que destaca el surf; y es ahí donde conectamos en su día (hace muchos años ya) con SoloSurf y nos dimos cuenta de que, cada uno desde su campo de actuación, teníamos una visión muy parecida de la educación y del potencial de los niños que, por unos motivos u otros, sufren una exclusión o una visión errónea de lo que son y de lo que pueden hacer…; no solo para ellos, sino para los demás. Desde entonces considero que nos retroalimentamos mucho y bien y, al menos por mi parte, cuando colaboro con ellos, me inspiro para trabajar mejor y crecer con mis alumnos.

Para que se hagan una idea, trabajamos con clubes y deportistas profesionales (cinco temporadas en el Cádiz C.F., atletas y futbolistas del F.C. Barcelona, RCD Español, surfistas profesionales…), y al mismo tiempo trabajamos con clubes de barrios con carencias económicas, marginalidad y diferentes etnias; aparentemente parece algo muy dispar, pero cuando decides que una actividad de un deportista profesional que entreno pase por realizar una sesión de surf o de remo y lo junto con dos niños de etnia gitana de una zona marginada (y pongo el ejemplo de gitanos no por serlo, sino por el prejuicio que se suele tener y que ahora desmontaré), y dos payos de un barrio pijo, todos con perfil PG, te das cuenta de que lo único que hay es cinco personas con grandes capacidades que se desenvuelven en el agua con una coordinación, una intuición y una voluntad extraordinarias, porque todas esas etiquetas con las que les he clasificado, según convencionalismos sociales, no tienen una fundamentación real, quedando únicamente individuos preparados, de manera superior, para la acción en situaciones de riesgo. Situaciones que son capaces de solventar con diez años como no lo haría una persona “normal” de treinta.

En Perfeccionamiento Global, con una escuela de Surf que tiene más de veintidós años de historia, hemos tenido ejemplos increíbles de lo que pueden hacer estos niños. Sin ir más lejos, hace un año vinieron dos niñas que en su primer día se metieron con olas de dos metros. Obviamente no cogieron olas de pie; pero cogerlas tumbadas hasta el final y volver a entrar con total independencia hasta el “pico” (zona de inicio de ola), que en este caso estaba a treinta metros de la orilla, refleja, por un lado, que vivimos en una sociedad que cada vez limita más y, por tanto, debilita y atonta, a los niños; y por otro, refleja la importancia de un trabajo profesional bien organizado que posea un nivel y una estructura de seguridad máximas que le dé a los niños la confianza de afrontar sus miedos. 

No olvidemos que hablamos de educación y no de despreocupación: eso supone un trabajo de saber “qué” puede cada niño, “cómo” podemos plantearle una situación para él que le ayude a avanzar, de qué “medios” disponemos, en qué “condiciones” está el entorno natural, etcétera. Y una vez sabemos todo eso, hay que tener en cuenta qué “mensaje” le vamos a dar, “cuándo”, “cómo”, “por qué” y un largo etcétera de factores que consigan que la sesión permita al niño saber quién es, quién quiere ser y cómo llegar a serlo. De ahí la importancia, primero, de trabajar con profesionales y, segundo, que los profesionales hayan demostrado tener una estructura y un mensaje capaz de alcanzar los objetivos de felicidad de los que hablamos.

Hago mucho hincapié en el mensaje porque cualquiera puede tener muchos medios materiales, los más modernos, la teoría más completa, el marketing más actual y eficaz…; pero lo que educa es “qué” le dices al niño cuando le miras a los ojos. Y si eso no le llega, no le sirve y/o no le hace mejorar, todo lo demás es humo. Y hoy en día se tiende a dar mensajes que les agraden, que les resulten cómodos y atractivos porque así serán fáciles de adoctrinar y adiestrar. 

De ahí una de las principales causas de depresión adolescente e infantil actual: la comodidad, la constante facilitación de los objetivos y evitación del sufrimiento impide el desarrollo de las capacidades que les permitirán afrontar las inevitables dificultades de la vida que tarde o temprano aparecerán; y eso es tan grave como la sobrexigencia y la presión excesiva que, aunque desarrollan capacidades, no van acompañadas de “para qué” propio y por tanto no disfrutan de sus avances. 

Lo podemos ver en esos niños que hacen un deporte de equipo, uno individual, inglés, robótica, cocina, viajan por todo el mundo, tienen notas máximas en todo y cuerpos estilizados gracias a la alimentación controlada: el resultado perfecto del diseño perfecto de mamá y papá. ¿Y cómo es posible que no sean felices si el diseño cubre todos los supuestos culturales, físicos, creativos, y demás? Porque es un diseño del que no han participado y porque va de fuera adentro (sociedad, padres, apariencia…), en vez de de dentro afuera (qué opina, qué siente, qué necesita)... 

Por ese mismo motivo suelen fallar las terapias contra la depresión y por eso nuestro trabajo individual con esta dolencia tienen grandes éxitos.

No paro de ver vídeos de padres escuchando atentamente, ensimismados, a gurús que les dicen cuáles son los problemas de los hijos y los errores de los progenitores; y la realidad es que a quien tienen que escuchar para evitar el 99 por ciento de los problemas de Depresión y mala Conducta de los niños es a sus hijos.


David Jurado Fernández es licenciado en Educación Física, 

máster en Psicopatología y Salud, doctorado en Psiconeuroinmunología, 

máster en Nutrición Clínica (e.c.), experto en Técnicas de Autocontrol 

y autor de cinco Libros: ('Trilogía De-Ley' -2000-2009-, 

'El bosque no deja ver los árboles”' -2016-, y 'El origen de las Enfermedades' -2021-).

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