Tras varios años siguiendo los pasos que iba dando la Asociación SoloSurf mediante las redes sociales y estando cada vez más cerca del mar y de Cádiz, vi el momento perfecto de ponerme en contacto con ellos para poder saber, más a fondo, cuál era el trabajo que desempeñaban y de qué manera ofrecían formación a los voluntarios.
Mi vocación como docente y como pedagoga, unida a mi pasión por el surf, me ha llevado a pensar más allá, a indagar por vías diferentes que buscaran, de una forma u otra, la inclusión dentro de la sociedad en la que vivimos. Y gracias a ello, vi una puerta abierta con SoloSurf.
En un principio, pensé que el no vivir en Cádiz sería un inconveniente a la hora de realizar el voluntariado, sin embargo, he podido contar con todas las facilidades posibles por parte de la asociación para que mi formación fuera lo más real posible.
Ha sido una experiencia muy bonita, enriquecedora e intensa, puesto que debía desplazarme todas las semanas y permanecer jornadas completas, pero dicha intensidad me ha permitido conocer, si no a todos/as los niños/as, a casi todos, acercarme a cada uno de ellos, saber de ellos, conectar y, sobre todo, aprender de ellos. Y digo aprender de ellos porque trabajar con cada uno ha sido un chute de energía pura, de valentía, de reflexión, de realidad… Ha sido un regalo para mí.
No quiero decir nombres concretos, pero hay niños/as que me han sacado sonrisas y carcajadas a cada minuto y que me han demostrado que el mar, el sonido de las olas, los revolcones en la arena, incluso el ratito que echábamos cambiando a los más peques, son experiencias que me llevo conmigo.
Gracias a los que han permitido que mi tiempo en SoloSurf haya merecido la pena y gracias por dejarme ver que seguimos luchando por la inclusión de cada uno de ellos.
Isabel Vicente López.
Psicopedagoga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario